Muchos me han preguntado: “¿Por qué abandonaste el movimiento de las lenguas?”
En este libro intento dar mis mejores razones por las cuales hice eso. No las presento con un espíritu de controversia, sino con un deseo sincero de ayudar a aquellos que están buscando seriamente una respuesta bíblica en estos días de enseñanza torcida y de confusión.
Si alguien recibe ayuda mediante la lectura de este testimonio, quedaré sumamente agradecido. Toda la gloria sea para nuestro Señor y Salvador Jesucristo.